jueves, 1 de octubre de 2015

Mis primeros 10K

Buenas! Me inicio en el mundo de blog para contar mi primera experiencia en una competencia de running, y también podría decirse la primera en este deporte.

En mi adolescencia practique muchos deportes como la natación, siempre me gusto poner al limite mi físico aunque nunca tuve la constancia y dedicación para entrenar de una manera que me permita competir, casi como un deportista frustrado. Pasados los años seguí nadando esporadicamente, mismo en el 2015 nade los primeros meses.

 Allá en los primeros días de abril cuando empieza la cursada de la universidad, conocí a una compañera muy deportista. Estudiante, profesora de gym y muy competitiva. Ella me contó que había corrido varias carreras de 5, 10, 15 y 21K ademas de otras disciplinas. El conocerla hizo que me adentrara al mundo del running que para mi siempre había pasado desapercibido. Solía salir a correr pero siempre lo vi como un complemento para... y nunca como un deporte.

Llegaron las vacaciones y con casi un mes de tiempo libre encare el entrenamiento. 

Los primeros día arranque tranquilo, trote de media hora cada dos días, y no se si fue porque tenía una buena base física al haber nadado varios años, pero sentía que lo que corría era poco y tenía mucho más resto para dar.

Mi lugar de entrenamiento (Gorki Grana)


 Me compre zapatillas nuevas para correr , lo que pudo ser un error ya que tuve problemas para amoldarlas lastimándome un poco y sin poder usarlas con planillas por mi pie plano. 
 Cuando corría sentía algún que otro dolor. Al principio se me sobrecargaban los cuádriceps, me dolía los tobillos, un brazo, la planta de los pies y sufría de flato.

 Siendo un novato en el mundo de las carreras lo recomendable hubiese sido correr 5K como primera experiencia. Sin embargo, decidí a hacer los 10K porque sentí que podía dar mas. Fue entonces cuando empece a buscar competencias y, encontré una que me gusto por el recorrido y la fecha en que se realizaba: la 37º edicion UB de la universidad de Belgrano en Palermo. Fui, me inscribí y recibí la remera. El hecho de saber que la intensión o meta de correr una competencia ya era real me motivo mucho para seguir entrenando.    



 Fui aumentando el tiempo en 35, 40, 45 minutos , hasta probar por primera vez los 10 km. Los hice lento y con cuidado, esperando hacerlos en 65/70 minutos para ser la primera vez y para mi sorpresa anduve en 59 minutos. Me entusiasme tanto con los resultados que empecé a entrenar más fuerte que antes y probablemente esa fue la causa principal por la que surgió la lesión.

 Un martes antes de empezar el entrenamiento me puse como meta bajar los 59 minutos a ritmo carrera. Todo empezó normal, hasta que apareció un dolor en la intersección de la cadera y el muslo que fue aumentando a falta de 2 km , y como gran cabeza dura no pare porque estaba haciendo un buen tiempo. El resultado fue casi no poder caminar ese día y no entrenar nada por dos semanas debido al dolor. Estaba tan acostumbrado a la rutina que esas semanas de no correr fueron frustrantes, la molestia no se iba y empece a pensar seriamente en la posibilidad de no competir.

 Faltaba una semana y necesitaba volver a probar la pierna, sino el entrenamiento de un mes hubiera sido en vano. Comprobé que no estaba recuperado pero ya estaba decidido, iba a correr así después estuviera un mes rengueando. Tomando analgésicos una hora antes, pude entrenar 3 días entre 20-25 minutos pre-aparición de dolores y cortaba la marcha inmediatamente.

Y.... llego el día. Yo no acostumbro desayunar así que apenas tome medio mate cocido y 2 cerealitas (cuando termine la carrera morí de hambre). A las 8 llegue al Campo Argentino de Polo, me dieron el chip y se venia lo mas lindo. Previo a la carrera los participantes se juntaron a calentar, yo por mi parte hice lo mínimo necesario por miedo a resentirme. Comenzó la cuenta regresiva, los participantes se iban amontonado sobre la linea de partida y de un momento a otro el cronometro marco 00:00:00.



 Largue en la mitad del pelotón a un paso firme. Debido a la falta de experiencia en este tipo de competencias temía administrar incorrectamente mis fuerzas y peor, que de regular tanto me quedara bastante resto físico sin dar al terminar. Por esto y precaución a la lesión, mi estrategia fue ir de menos a mas. Arrancar tranquilo para hacer un sprint al final.

 La sensación de la largada fue alucinante, era un mar verde fosforescentes que no terminaba nunca. Las tribunas del campo de polo eran realmente imponentes y mis pulsaciones se iban a las nubes, mientras que el primer kilómetro se iba sin darme cuenta.

 Cuando se difumino la exaltación de la largada empezó la parte mas dura de la competencia, pero para eso me había entrenado. La entrada a la plaza holanda fue una de las partes del recorrido que más me gusto, todo alrededor era naturaleza. Los bosques de Palermo son muy apreciables para la vista, no obstante elegí esta carrera porque están desconectados de la convulsión de la ciudad. Paz, tranquilidad y aire puro, más no se puede pedir.

 Me llamo la atención la diversidad de gente que cruzaba al lado mio. Jóvenes, maduros, viejos, atléticos, flacos, robustos, y con buen ritmo. Sin dudas el running es un deporte que no discrimina.

 Los primeros kilómetros me costaron , pero exactamente a la mitad de la carrera me sentí más liberado. Que haya sido una mañana fría, con viento y llovizna me ayudo bastante, cada ráfaga me re-activababa y daba un empujón, aunque el viento lo tenía en contra, já.

 Como me había olvidado el reloj en mi casa no tenía noción de tiempo de carrera, con hacer 60 minutos después de los problemas que tuve estaba satisfecho.

 Llegue al séptimo en buena forma, entonces decidí bajar el ritmo durante ese kilómetro y a partir del octavo dar todo lo que me quedaba hasta la meta. Y... como buen novato inmaduro lo hice a lo loco y me quede sin aire. Regule un poco más y esta vez sí, arranque un nuevo sprint más moderado pero sensato.

 El viento estaba más fuerte que nunca, y sentía que la aventura ya se acababa. Estaba muy casando, me dolían las piernas pero cerré los ojos y me olvide de todo. Tuve una sensación de alivio interior indescriptible, como si los problemas ya no existieran o no importaran. Y cuando digo que cerré los ojos lo digo literal porque no vi el cartel del noveno kilómetro. Esta parte de la prueba fue la que más disfrute, sin dudas.



Ya de vuelta en la pista del campo del polo dí el último esfuerzo que me quedaba y para mi sorpresa a falta del pocos metros, el tablero de llegada daba ¡53 minutos! Ni en mi pensamiento más optimista lo hubiera imaginado.

 Cruzar la meta también fue un momento especial, sobre todo porque casi me da un ataque. Después de parar no pude respirar como en 5 segundos y reconozco que me dio pánico, otra sensación me quedará grabada já. El tiempo neto oficial fue 00:53:23.

 Siempre tuve ganas cuando era más chico de armarme un blog y empezar a hacer publicaciones, así que esta redacción también puedo considerarla como una cuenta saldada. No se si voy a volver a escribir o si alguien lo va a leer pero si sucediera, espero haber podido inspirar a alguien a inscribirse y correr una competencia o vivir una experiencia similar. Nunca es tarde para hacer lo que te hubiera gustado. El momento es cuando te decidas.

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