martes, 19 de diciembre de 2017

Mi primera media maratón llegó!

 Hace 2 años era una locura el solo pensar en hacer 21 kilómetros de corrido. ¡¿ Dos horas corriendo ?! Imposible para una persona. ¡Inhumano! El hecho de poder terminar los 10K me parecía algo heroico, épico. Cuando empece entrenar por allá en el 2015 me di cuenta que la mente puede hacer maravillas, si te lo propones se pueden lograr grandes cosas.

 Apenas empece en el mundo del running, habiendo tenido algunos años entrenando natación, me propuse correr los 10 kilometros cuando muchos me aconsejaban que comenzara con una distancia más tranquila como los 5K. Estoy seguro que correrla fue la mejor decisión, aunque quienes me aconsejaban también tenían razón. Entre mi inicio en el running y la primera carrera pasaron 6 semanas, de las cuales las primeras 2 fueron de "iniciación" (muy tranquilas), las 2 del medio fueron de "emoción" (por los tremendos avances que veía, mejorando y corriendo cada día más) y las últimas 2 fueron de "lesión". Así y todo, increíblemente termine la carrera con un ritmo promedio de 5:20 por km, el cual nunca pude volver a alcanzar hasta ahora. No solo pude terminar, sino que había corrido casi 6 minutos más rápido de lo que venia entrenando.

 Creo que a partir de ahí me volví un poco ambicioso, sabiendo que era capaz de hacer cosas de las que nunca me hubiera creído capaz.

 Así me anote al año siguiente a los 15K de New Balance dos semanas antes de la carrera sin entrenar. En esa oportunidad me di cuenta que sí era humano, y por más grande que sea el potencial que una persona tenga, sino no lo pulís con entrenamiento y esfuerzo no hay manera, los milagros los hace solo Dios. Igualmente el hecho de terminar esa prueba casi sin entrenamiento fue motivo de orgullo para mi pero me di cuenta que la media maratón no era un chiste, y si no la encaraba con el respeto que merece esa distancia, iba a padecerla.

                         
                                             Después de una sesión en el Gorki


 Pasaban los meses y todavía no estaba decidido, hasta que un día de fines de año 2016 rememorando los anteriores relatos me pico el bichito de la emoción otra vez, y desde ese momento no veía la hora de que llegara septiembre. Ufff! que larga se hizo la espera.

 Este relato quizás no sea tan floreado como los anteriores, me interesa que esta experiencia me sirva para no volver a cometer algunos errores y servirle de ayuda a algún curioso que se acerque al blog.

 Llego el 2017 y la ansiedad aumentaba. Quería perfeccionarme, profesionalizarme un poco. El año pasado había usado la aplicación de Nike Running que la verdad me pareció muy interesante y super interactiva. Lo único que puedo criticar, y no menos importante, es que el gps no era muy exacto y en ocasiones se volvía un poco loco, por lo cual los tiempos que indicaba siempre eran menores a los reales. Quizás 1 o 2 minutos. El hecho de hacer un tiempo mucho más elevado en los 15K del 2016 de que lo que "venia" haciendo, me hizo dudar. 

 Así que en marzo me compre un pulsometro, el Garmin 210 forerunner. Un reloj sencillo pero muy útil para mis fines ya que tiene GPS integrado. Tengo que decir que amo este reloj, me volví adicto a mirar el ritmo por kilómetro y la distancia recorrida. Para bautizar al nuevo juguete fui a la pista de atletismo (el gorki grana, ya mi tercera casa después de la facu) y costo horrores solo "llegar" a terminar 5 kilómetros. Estaba durísimo. Volví a ir alguna que otra vez durante marzo y abril cuando recién arrancaba la facu y tenia tiempo hasta que retome el entreno definitivamente a principios de julio, 2 meses y unos días antes de los 21K.

 Volver al ruedo fue mucho más duro de lo que imagine, considerando que no estaba tan fuera de forma porque fui al gimnasio en el verano y me cuidaba con las comidas. A principios del 2016 empece una rutina de volumen en el gym ya que estaba muy flaco, parte por las secuelas de correr los 10K. El tema es que aumente 6 o 7 kilos y creo que eso influyo mucho en mi rendimiento al correr. En mi primera prueba era literalmente una liebre. 

 Si bien me cuide mucho porque ya sabia lo que era lesionarse, me tomo 5 entrenamientos de menos de 10 km poder bajar los 6 minutos por km. Creo que a esa altura ya estaba a la par de lo entrenado en ¡2015! Ahora tengo 23 años ¿Acaso mi plenitud fue a los 21? No tengo mucha idea, pero esos kilitos de más para mí son claves.

 Volví a sentirme muy bien al paso de los días, llegando a correr un día a 5:30 mín/km. Corrí 15 kilómetros por segunda vez en mi vida (la primera fue en la prueba de 2016), por tercera, cuarta... me volví habitué a las distancias de 10 y 15. Sin embargo, todavía no me animaba a entrenar los 21. Puede que otra vez me apure en hacer largas distancias, cuando tendría que haber hecho una base más tranquila pero... así soy yo... Ambicioso, inexperto e instintivo. 

 Como era de esperar empezaron los dolores. Pequeños dolores, molestias tal vez. Los tobillos, músculos extensores del pie, la rodilla, articulaciones que cuando empiezan a doler no son joda. A partir de ese momento empece a sentir un poco de miedo por lo que dejaba varias días de descanso cuando aparecía algún inconveniente. 

 Nunca fui de hacer rutinas complementarias para fortalecer los músculos de las piernas. Pensé que entrenando duro, aunque de forma responsable y progresiva eran suficientes para llegar en condiciones optimas. Hoy por hoy ya no lo creo.


 Siempre salí a correr por instinto, no seguí ninguna rutina. Mi plan era levantarme, ir a la pista, la plaza o a la calle, y estando ahí correr lo que sentía que podía. Hubo veces que corrí más de lo que planeaba y otra menos. No es lo ideal, pero rutina me aburre y mata mi emoción. El entrenamiento aleatorio, ir al Gorki a correr a la tarde y tirarme a descansar en el verde después de cada sesión fue lo que más disfrute de esta nueva experiencia. Cada final del día me hacia sentir algo de verdad inexplicable, una paz hermosa que no sentía hace mucho. Ese sentir me motivo tanto! porque en los años anteriores no disfrute demaciado la etapa del entrenamiento; esta vez la "primavera" duro mucho más, alrededor de dos meses y medio, y quizás fue lo mejor.

 Lo cierto es que en una futura competencia debo preparar un plan de fortalecimiento de articulaciones y músculos inferiores. Con la rutina que aplique este año, veo muy difícil la posibilidad de correr una Maratón sin flaquear en el intento, aunque nunca digas nunca Fede...

 Puedo dividir esta preparación pre-media maratón en dos etapas. La primera fue la vuelta al ruedo definitivo (una semana después de haber promocionado elementos de costos) al terminar el primer cuatrimestre de la facu. Esta etapa fue muy tranquila, tratando de ir poco a poco en ritmo. A la segunda semana de volver al ruedo, corrí los 10km continuos muuuuy cuidadosamente, tanto que los hice en 1h 10m. No quería apurarme y faltando más de 2 meses, lo importante era recuperar la forma. Salía a correr dos días seguidos, el primero 5k , al día siguiente 10. Al tercer día descansaba, a veces me tomaba dos días seguidos de descanso. Entre mediados de julio y mediados de agosto habré corrido un promedio de 30 km semanales, unas semanas más, otras menos. Saliendo a correr entre 3 o 4 veces. 

 Me cuidaba mucho. Trataba de bajar los tiempos pero sin forzar mi físico. Paso a paso. Ya cuando pasó un mes comencé a preocuparme por mi falta de larga distancia. Entonces comencé a hacer fondos de 15 km y 10 kilómetros para poder llegar al día que iba a entrenar esos 21. Realmente no podía imaginarme correr 21 de corrido, era muy difícil. Pensé en hacer 10 a la mañana y 11 a la tarde o hacer 10 y después cortar con un descanso de media hora y culminar los 11 siguientes, me daba miedo encarar el desafío. 

 La segunda etapa comenzó alrededor de un mes antes de la competencia. A partir de este momento empezaron los dolores acompañados de mis miedos, casi terror de que se repita la historia de los años anteriores. Con mi corta experiencia pienso que esos inconvenientes se deben a que aumente el kilometraje muy abruptamente semana a semana. Pase de no correr nada en meses a hacer distancias de 15 km en 3 semanas. Las primeras molestias se situaron en el retinaculo de un pie (músculos flexores), otras en el tobillo. Parecían más problemas articulares que musculares. Sin embargo, al empezar las largas distancias me empezó a doler la rodilla derecha y me palidecí. Llegue a estar una semana sin correr para prevenir y por suerte se calmaron.

 Tres semanas antes de la carrera corrí (aparentemente) los primeros 21K de mi vida (la carga de mi garmin murió casi a los 17k). Fue muy desgastante, aunque los hice super tranquilo. Hasta el km 16 venía tranquilo y de manera perfecta en cuanto a rendimiento pero a partir de ahí me arrastre (igual a los últimos km de la carrera del año pasado). Fue una tortura terminar pero la voluntad lo puede todo y cumplí el cometido.

 Este año encare muchas más corridas que los años anteriores por la envergadura del nuevo desafío. El período de entreno también fue bastante más largo y en lo mental lo sentí. Hubo momentos en los que la rutina de la constancia, de la repetición me fue muy dura, al punto de la saturación. La solución que encontré a esto fue empezar a entrenar escuchando la radio, exclusivamente la Aspen de música ochentosa/setentosa. Aunque parezca un detalle intrascendente fue vital para seguir enfocado y poder sobrellevar con más liviandad los entrenos.

 Después de entrenar los primeros 21, no podía ni caminar. Busque en internet algunos ejercicios para fortalecer tobillos y rodillas, y puede que si me haya servido de ayuda. Igual aposte al descanso. Así que no volví al gorki hasta una semana después. Ese sábado 26 fue mi momento eterno en lo que hace a esta experiencia. Volví a plantearme el desafió de correr otros 21, sin miedo, diciendo que sea los que Dios quiera. Ese día corrí con la máxima tranquilidad, mi único objetivo era terminar entero sin importar el ritmo. Y... parece que tiene que ser así, porque cuando empiezo a a presionarme con los tiempos, las cosas en general no me salieron tan bien, pero cuando estuve liberado, esos objetivo llegaron. Llegue super entero y con un tiempo de poco más de 1h 58m con un ritmo de 5:37 mín/km. La felicidad que sentí al terminar ese fondo fue indescriptible. En ese momento me sentí capaz de que realmente iba a poder, que los 2 meses de sacrificio dieron fruto.

 Otra semana paso sin que pudiera hacer nada por los dolores y como considere que ya no era necesario arriesgar la última semana y media entrene solo 3 veces (11, 12 y 4k).

 El día anterior (sábado 9) fui a buscar el kit al predio de parque Norte. La cantidad de gente era increíble. Había cola para todo. Debo haber estado casi 2 horas, con la lluvia de testigo durante todo el viaje. Esa remera azul verdosa ya estaba en mi poder y era muy fachera.

 Tengo que admitir que la noche previa a la media maratón no sentí nervios, estaba muy seguro de lo que había entrenado. No tenía miedo de no poder terminar, estaba muy tranquilo. Prepare las cosas para madrugar al otro día y me tire a dormir todo lo que se pudiera.



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 Me levante muy ansioso a las 5:20 AM, era el día de la carrera! y... esa madrugada cometí un gran error que me persiguió hasta el final de la meta. Ante la inexperiencia de correr una carrera tan larga, no sabía que desayunar para estar a la altura. Tomar un mate cocido me parecía poco, así que me decidí por tomar leche. Pensé que al momento de la carrera en caso de que me generara algún malestar, el desayuno ya habría sido digerido. Grave equivocación que me va a servir de experiencia. Nunca tomes leche el día de la carrera sino querés tener problemas estomacales.

 Para el domingo estaba pronosticado lluvia, y la noche anterior había diluviado. Cuando llegue a Alcorta y Monroe, el lugar estaba un poco inundado, pero el clima se portaba bien con los corredores aguantando la nueva lluvia. Si los 15K de new balance con 7 mil personas me habían parecido multitudinarios, esta prueba con casi 22 mil corredores creaba una atmósfera impresionante. Paveando con ir al baño y no mojar las zapatillas por el camino no pude calentar ni estirar mucho porque se hizo la hora. En contraste con las otras carreras, la largada fue caótica, había demasiada gente y no se respetaban los puntos de salida. No sé si esto es habitual debido a la gran cantidad de gente que se anoto o fue por un tema de organización que se hizo un poco difícil. Sin embargo, al momento de cruzar el arco para partir se pudo comenzar a correr perfectamente. Estaba muy contento de poder estar ahí después de tanto esfuerzo y entrenamiento. Me sentía todo un profesional.



Fue una carrera muy dura, no me imaginaba que iba a ser tan exigente. Yo sabía que correr sobre asfalto cuesta más, te va desgastando más que correr en polvo de ladrillo o en una superficie blanda como el pasto donde había entrenado la mayoría de las veces. Muy pocas veces en cemento. Eso creo que influyo un poco en mi cansancio. La verdad fue una lastima el haber desayune mal, se me hincho el estomago durante toda la carrera, me dolía desde antes de arrancar. Los primeros 10 km los fui sobrellevando corriendo lento, primero para no cansarme y segundo para no sentirme peor ya que cuando incrementaba el ritmo me dolía más.

 Pensé en hacer los primeros 4 kilómetros tranquilos para comenzar a crecer en forma progresiva y así terminar lo más entero posible. Tenía el deseo de que después de correr los primeros kilómetros ese dolor se fuera y me permitiera correr a mi ritmo. Empero no se fueron, sino que apenas disminuyeron un poco.

Entre los km 9 y 10 comencé a dar todo porque estaba trayendo un ritmo mucho más lento que el que venía entrenando. Ahora que ya paso un mes y medio de la carrera, los principales recuerdos del circuito que se me vienen a la mente y sin dudas quedaron grabados fueron la largada llena de gente, el pasar por entre plaza de mayo y al lado del cabildo, y el encontrarme corriendo por el metrobus cuando cruce el obelisco con gente aplaudiendo en los costados. Correr por ahí sin autos ni nada fue muy loco.

 Cuando llegue al km 16, después de pasar el peaje me quede sin aire. Tuve la sensación de que se me hincho toda la panza al punto de sentir puntadas en las costillas. No me quedo otra que bajar la velocidad porque sino tenía que parar, fue terrible el dolor. Hasta ese momento había alcanzado un muy buen ritmo para mis pretenciones, en donde a partir del km 9 venía bajando el promedio por kilometro de forma constante hasta llegar a 5.37 mín/km. De ahí en más trate de mantener el ritmo y no pude, cada vez peor. Después vino una subida en la autopista que me mato, también una bajada donde tampoco me queda resto ni siquiera para bajarla corriendo.

En los km 18, 19 y 20 casi que me arrastre siendo todos arriba de los 6 minutos. Antes de terminar el km 20 y empezar el 21, estaba un poco enojado porque había sufrido toda la carrera con dolores, pero me dije bueno vamos a darlo todo como decía en cada entrenamiento. No pude matarme en la carrera corriendo pero por lo menos el final lo tengo que hacer a morir, a toda orquesta. Realmente tuve que exprimir la poca energía que me quedaba para sentirme tranquilo y satisfecho por todo lo que había entrenado durante más de dos meses. La adversidad hizo que la carrera no saliera como lo hubiera planificado, pero eso no era motivo para rendirme. No podía llegar arrastrándome, no después de tanto esfuerzo.

  Así fue, el último kilometro lo corrí como nunca. Tanto que fue el más rápido (5.13) de mi carrera personal, lo que hubiera sido normal en cualquier situación pero no en el estado en que me encontraba. Si me reprochaba algo, el amor propio con el que corrí esos último mil metros lo compenso todo y me enseño que siempre se puede. La lluvia que hasta entonces había estado ausente, apareció para la llegada. La figura del arco comenzó a divisarse poco a poco. Ese arquito azul con la publicidad de powerade por fin se acercaba. Y.. ese momento que anelaba desde principios de año llegó.




 En esta ocación cruzar la meta estuvo entremezclada por dos sensaciones. Una de felicidad absoluta por haber cumplido con mi objetivo y más contento aún por las dificultades con las que tuve que lidiar. Una satisfacción de esas que no se compran por ninguna suma de dinero. La otra sensación fue una falta de aire total por el esfuerzo del último km. Ese esfuerzo sobre-humano me trajo consecuencias, por lo que no se si voy a volver a cometer una locura así de nuevo! Esa sensación horrible post llegada también va a quedar grabada en mis recuerdos :D .

 No pude hacer el tiempo que pensaba hacer, no pude bajar las 2 horas pero pude llegar que era algo impensado cuando empece a entrenar, ya que nunca había corrido 21km seguidos hasta un mes antes. A pesar de todo nunca pensé no poder terminar, porque llegue bien preparado. En total creo que corrí esa distancia 3 veces. Dos en entrenamientos, y el día de la carrera.

 Es una carrera muy dura, no es para cualquiera. Hay que venir muy preparado y tenerle respeto a la distancia. Siempre pueden surgir inconvenientes, y más al ser una carrera tan larga. Es una Media-Maratón. Hay que tratar de no errarle en el desayuno como yo e ir lo más tranquilo y des-estresado posible. Ir a disfrutar!

Mi tiempo oficial fue 02:01:06 hs
El objetivo de los 21k que nunca imagine correr, lo pude cumplir. Son de las cosas que uno ve muy lejanas, que son difíciles de alcanzar y cuando llegas pensas: pucha, no era algo imposible, si se podía, yo pude llegar! Te das cuenta que tenes capacidad para hacer algunas cosas muy difíciles y eso te llena.

 Es una experiencia que hay que vivir. Espero que se repita. No se si el año que viene podre volver a hacerla porque lleva mucho tiempo de entrenamiento y a mi me gusta llegar bien. Ojala que un día pueda correr la Maratón, la de 42km cosa que veo muy difícil, pero creo que en algún momento de mi vida, aunque quizá no en los próximos años, lo voy a hacer. Porque es como el "último objetivo" que queda y si dejo pasar un poco de tiempo, capaz lo vaya a disfrutar más y, esos recuerdos de la media me inspiren a superarme. En estos dos años en los que me inicie en el running ya puedo decir que llegue a los 21.08 kilometros y eso es un gran logro para mi!

lunes, 2 de enero de 2017

El regreso del runner

Poco menos de un año paso para volver a incursionar en otra aventura. No hay como la primera vez, estas te marcan sin duda. En esta ocasión , la segunda, lo que me impulso fue enfrentar un desafió más grande.

Después de la carrera de Palermo tenia la intención de anotarme en otras competencias pero prácticamente deje de correr, por la exigencia de la facu, falta de tiempos y ganas de entrenar. Pase el verano yendo al gimnasio y el calor me detenía a la hora de salir a correr.
 Me encontré sobre el final del primer cuatrimestre facultativo. Otra vez el frió estaba presente y el deseo por competir de crecía poco a poco. Salí a correr de forma entrecortada para probar y me sentí bien.
 Esta nueva incursión empieza empieza solo una semana antes de la carrera y no tome noción hasta que corrí 10 km después de casi un año. Fue bastante arriesgado ya que esta vez la carrera era de 15K, una distancia que nunca había corrido ni llegue a correr hasta el día de la prueba.

Es más, me inscribí y pague sin haber empezado a entrenar. El domingo anterior a la competencia (7 días antes) fue una tarde muy lluviosa y ya estaba comenzando a preocuparme por mi falta de rodado. Llovió mucho y venia de un lindo resfriado. Sin embargo, la ansiedad me gano y fui con un amigo al Gorki. La lluvia era tal que no había nadie en una pista semi-inundada. Mas allá de todo, tenerla para mi solo fue muy copado. La llovizna se transformaba en una lluvia intensa de a ratos, pasando de ser una pista a una laguna. Mi ropa mojada que empezaba a pesarme junto con mis zapatillas inundadas no me detuvieron. Contemple otra grata sensación que quedara en mi recuerdo, sentí que debía seguir corriendo y que mis problemas no existían una vez mas. Esa corrida solo en la pista del gorki, con lluvia y viento fue una de las mejores cosas que me pasaron desde que empece con el running.

Ese mismo día mi amigo me recomendó una aplicación para correr, Nike Running. Desde el momento en que la use me volví algo adicto. Corrí alrededor de 40 minutos en un ritmo muy tranquilo. El martes posterior puede decirse que enfrente la gran prueba cuando corrí 10 kilometros, recién ahí pude saber en que condiciones estaba y gracias a dios me sentí muy bien. Dicen que el cuerpo tiene memoria y eso sin dudas me ayudo en esta locura.

(El martes en el Gorki)

 Estaba contento por el buen rendimiento no obstante tenia bastante miedo a lesionarme recordando aquellos dolores que me impidieron entrenar los días previos a la carrera del año pasado. Necesitaba acumular kilómetros pero no podía sobre-forzarme en los días previos a la competencia sin haber contado con actividad los meses anteriores. Era un dilema. Al día siguiente fui a una plaza cerca de mi casa a la que siempre tuve ganas de ir ya que de chico iba nadar en el club que se encuentra alado y nunca había tenido la oportunidad. Me saque el gusto de probar ese recorrido proyectando una corrida de 5k. Al correr siempre en pista o en campo fue diferente porque el asfalto es duro y te desgasta más, sobre todo el que esta roto y desdibujado (JAJA).

 Sin lugar para el descanso el jueves volvía a la pista de atletismo a probar mi resistencia, con todo el cuidado que merecía mi físico. Ya este punto de la semana mis tobillos empezaban a pasar factura, las agujas pinchaban mis músculos debido a la fatiga pero mi animo estaba muy bien. Más aún cuando termine los 12k. El tiempo que registraba la aplicación me desconcertó ya que con solo entrenar 4 días estaba en los tiempos del año pasado habiendo entrenado casi un mes. No hay duda que el nike running me planto una falsa evidencia porque el día de la carrera supe que mi ritmo estaba bastante por encima de esa marca. Aunque no puedo quejarme de la aplicación más me motivo mucho.

 El viernes mi idea original era hacer otros 5k y terminar así la preparación. Sin embargo, evaluando los pro y contras opte por el descanso. La fatiga era grande igual que los dolores. Esos días me dedique a ver los jjoo que empezaban como para que no sirvieran de motivación. El día previo me dirigí al Hotel Sheraton en para retirar la remera y el chip. La tensión de las horas previas por la noche no me dejaban dormir, en esta ocasión estaba muy jugado. Había entrenado una sola semana e iba a correr una distancia que jamas había completado ni en entrenamientos. Mi meta era clara, terminar la carrera.

 El domingo me desperté ansioso. Ya no recuerdo si desayune o que. Para ponerle un poco más de dramatismo a la cosa no hice los calentamientos porque llegue en el momento exacto en que largaba la competencia. Así que solo quedaba correr.


Los primero kilómetros fueron pesados. Esta vez si traje el reloj y me quede atónito cuando me di cuenta que en los 2k mi ritmo esta arriba de los 6 minutos, ahí fue cuando empece a dudar de los encantos del nike running. Igual yo estaba ahí para hacer mi carrera y terminarla independientemente del tiempo, aunque como cabeza dura que soy subí el ritmo.

 Este circuito no tuvo la magia que la carrera del 2015, el 80 % del recorrido era por avenidas sin tanto verde. Pero eran 15K! También puede decirse que esta fue multitudinaria, al menos unas 2000 personas inscriptas mostraban una cantidad enorme de participantes por doquier, dejando a la de Palermo como un poroto.

 Una de las partes que sufrí fue la subida del puente pasando la cancha de river, mis piernas me odiaron. Fui llevándola muy bien en los primeros 10k. Los puestos de hidratación eran muchos y me ayudaron a no bajar la intensidad. Después del km 13 mi cuerpo se fundió al punto que pensé que solo llegaría arrastrándome. Ese último tramo fue muy duro y por eso mismo no pude disfrutar tanto el recorrido al entrar al rosedal y las clásicas plazas de Palermo. Pero para eso me había anotado, para superar ese mayor reto, esa nueva dificultad. Así que con más amor propio que físico pude terminar la carrera. La satisfacción de cruzar la meta es incomparable. Ya no tenía restos, lo deje todo y eso me lleno de orgullo.

Mi tiempo fue de 1:24:57

 Mi nueva locura fue cumplida. Tuve suerte de poder terminar con tan poco entrenamiento pero mucha determinación para hacerlo. Fue una experiencia distinta, poco menos idealista que la del año pasado. Las razones que me motivaron a correrla fuero otras y mi entorno en el 2016 también fue otro, pero las decisiones siempre fueron mías y estoy muy satisfecho por eso.

 Mi meta/objetivo apenas termine aquella carrera fue la de correr otra vez la de Palermo, la de la Unlam, pero nuevamente por motivos facultativos se hizo difícil. Aunque tengo otra meta mucho más ambiciosa para el 2017 que es la de correr mi primer media maratón. Va a ser difícil organizarme y en caso que se de tengo que estar realmente preparado. Pero si uno se lo propone todo se puede cumplir. Que este sea nuestro año! Por un prospero y exitoso 2017.
 Salud!

jueves, 1 de octubre de 2015

Mis primeros 10K

Buenas! Me inicio en el mundo de blog para contar mi primera experiencia en una competencia de running, y también podría decirse la primera en este deporte.

En mi adolescencia practique muchos deportes como la natación, siempre me gusto poner al limite mi físico aunque nunca tuve la constancia y dedicación para entrenar de una manera que me permita competir, casi como un deportista frustrado. Pasados los años seguí nadando esporadicamente, mismo en el 2015 nade los primeros meses.

 Allá en los primeros días de abril cuando empieza la cursada de la universidad, conocí a una compañera muy deportista. Estudiante, profesora de gym y muy competitiva. Ella me contó que había corrido varias carreras de 5, 10, 15 y 21K ademas de otras disciplinas. El conocerla hizo que me adentrara al mundo del running que para mi siempre había pasado desapercibido. Solía salir a correr pero siempre lo vi como un complemento para... y nunca como un deporte.

Llegaron las vacaciones y con casi un mes de tiempo libre encare el entrenamiento. 

Los primeros día arranque tranquilo, trote de media hora cada dos días, y no se si fue porque tenía una buena base física al haber nadado varios años, pero sentía que lo que corría era poco y tenía mucho más resto para dar.

Mi lugar de entrenamiento (Gorki Grana)


 Me compre zapatillas nuevas para correr , lo que pudo ser un error ya que tuve problemas para amoldarlas lastimándome un poco y sin poder usarlas con planillas por mi pie plano. 
 Cuando corría sentía algún que otro dolor. Al principio se me sobrecargaban los cuádriceps, me dolía los tobillos, un brazo, la planta de los pies y sufría de flato.

 Siendo un novato en el mundo de las carreras lo recomendable hubiese sido correr 5K como primera experiencia. Sin embargo, decidí a hacer los 10K porque sentí que podía dar mas. Fue entonces cuando empece a buscar competencias y, encontré una que me gusto por el recorrido y la fecha en que se realizaba: la 37º edicion UB de la universidad de Belgrano en Palermo. Fui, me inscribí y recibí la remera. El hecho de saber que la intensión o meta de correr una competencia ya era real me motivo mucho para seguir entrenando.    



 Fui aumentando el tiempo en 35, 40, 45 minutos , hasta probar por primera vez los 10 km. Los hice lento y con cuidado, esperando hacerlos en 65/70 minutos para ser la primera vez y para mi sorpresa anduve en 59 minutos. Me entusiasme tanto con los resultados que empecé a entrenar más fuerte que antes y probablemente esa fue la causa principal por la que surgió la lesión.

 Un martes antes de empezar el entrenamiento me puse como meta bajar los 59 minutos a ritmo carrera. Todo empezó normal, hasta que apareció un dolor en la intersección de la cadera y el muslo que fue aumentando a falta de 2 km , y como gran cabeza dura no pare porque estaba haciendo un buen tiempo. El resultado fue casi no poder caminar ese día y no entrenar nada por dos semanas debido al dolor. Estaba tan acostumbrado a la rutina que esas semanas de no correr fueron frustrantes, la molestia no se iba y empece a pensar seriamente en la posibilidad de no competir.

 Faltaba una semana y necesitaba volver a probar la pierna, sino el entrenamiento de un mes hubiera sido en vano. Comprobé que no estaba recuperado pero ya estaba decidido, iba a correr así después estuviera un mes rengueando. Tomando analgésicos una hora antes, pude entrenar 3 días entre 20-25 minutos pre-aparición de dolores y cortaba la marcha inmediatamente.

Y.... llego el día. Yo no acostumbro desayunar así que apenas tome medio mate cocido y 2 cerealitas (cuando termine la carrera morí de hambre). A las 8 llegue al Campo Argentino de Polo, me dieron el chip y se venia lo mas lindo. Previo a la carrera los participantes se juntaron a calentar, yo por mi parte hice lo mínimo necesario por miedo a resentirme. Comenzó la cuenta regresiva, los participantes se iban amontonado sobre la linea de partida y de un momento a otro el cronometro marco 00:00:00.



 Largue en la mitad del pelotón a un paso firme. Debido a la falta de experiencia en este tipo de competencias temía administrar incorrectamente mis fuerzas y peor, que de regular tanto me quedara bastante resto físico sin dar al terminar. Por esto y precaución a la lesión, mi estrategia fue ir de menos a mas. Arrancar tranquilo para hacer un sprint al final.

 La sensación de la largada fue alucinante, era un mar verde fosforescentes que no terminaba nunca. Las tribunas del campo de polo eran realmente imponentes y mis pulsaciones se iban a las nubes, mientras que el primer kilómetro se iba sin darme cuenta.

 Cuando se difumino la exaltación de la largada empezó la parte mas dura de la competencia, pero para eso me había entrenado. La entrada a la plaza holanda fue una de las partes del recorrido que más me gusto, todo alrededor era naturaleza. Los bosques de Palermo son muy apreciables para la vista, no obstante elegí esta carrera porque están desconectados de la convulsión de la ciudad. Paz, tranquilidad y aire puro, más no se puede pedir.

 Me llamo la atención la diversidad de gente que cruzaba al lado mio. Jóvenes, maduros, viejos, atléticos, flacos, robustos, y con buen ritmo. Sin dudas el running es un deporte que no discrimina.

 Los primeros kilómetros me costaron , pero exactamente a la mitad de la carrera me sentí más liberado. Que haya sido una mañana fría, con viento y llovizna me ayudo bastante, cada ráfaga me re-activababa y daba un empujón, aunque el viento lo tenía en contra, já.

 Como me había olvidado el reloj en mi casa no tenía noción de tiempo de carrera, con hacer 60 minutos después de los problemas que tuve estaba satisfecho.

 Llegue al séptimo en buena forma, entonces decidí bajar el ritmo durante ese kilómetro y a partir del octavo dar todo lo que me quedaba hasta la meta. Y... como buen novato inmaduro lo hice a lo loco y me quede sin aire. Regule un poco más y esta vez sí, arranque un nuevo sprint más moderado pero sensato.

 El viento estaba más fuerte que nunca, y sentía que la aventura ya se acababa. Estaba muy casando, me dolían las piernas pero cerré los ojos y me olvide de todo. Tuve una sensación de alivio interior indescriptible, como si los problemas ya no existieran o no importaran. Y cuando digo que cerré los ojos lo digo literal porque no vi el cartel del noveno kilómetro. Esta parte de la prueba fue la que más disfrute, sin dudas.



Ya de vuelta en la pista del campo del polo dí el último esfuerzo que me quedaba y para mi sorpresa a falta del pocos metros, el tablero de llegada daba ¡53 minutos! Ni en mi pensamiento más optimista lo hubiera imaginado.

 Cruzar la meta también fue un momento especial, sobre todo porque casi me da un ataque. Después de parar no pude respirar como en 5 segundos y reconozco que me dio pánico, otra sensación me quedará grabada já. El tiempo neto oficial fue 00:53:23.

 Siempre tuve ganas cuando era más chico de armarme un blog y empezar a hacer publicaciones, así que esta redacción también puedo considerarla como una cuenta saldada. No se si voy a volver a escribir o si alguien lo va a leer pero si sucediera, espero haber podido inspirar a alguien a inscribirse y correr una competencia o vivir una experiencia similar. Nunca es tarde para hacer lo que te hubiera gustado. El momento es cuando te decidas.